Enric Planas Durà, conocido como “Planasdurà”, nació en Barcelona en 1921 y murió en la misma Ciudad en 1984. Fue uno de los pioneros de la pintura abstracta en Cataluña.
Fue un artista polifacético y versátil, capaz de trabajar tanto la pintura como el grabado, el mural, la vidriera, la escenografía teatral, la escultura y otras técnicas. Perteneció a grupos artísticos como Lays del Círculo de Sant Lluc, con el que firmó en 1949 el “Manifiesto Negro”, y del grupo Ada.
Planasdurà debutó individualmente en las Galerías Alfa de Barcelona en 1943, con una obra de acento expresionista. No obstante, más tarde se definiría dentro de una abstracción geométrica de fuerte intensidad cromática. Trabajó con formas poligonales de colores planos, delimitadas por trazos negros rectos. Menos rígido que Mondrian y más suave que los cinéticos, su arte tiene una clara dimensión espacial que proporciona un cierto sentido de profundidad a las formas planas que emplea.
Enric Planasdurà admiraba a Joan Miró, un artista de quien se dice que pintaba como los niños. A él también le gustaba jugar. Porque en Planasdurà está el neoplasticismo de Mondrian, la experiencia fecunda del cubismo, la lección de los juegos expresivos del collage, la leve insinuación surrealista, los últimos decorativistas italianos. Y está por encima de todo su criterio ordenador y apasionado.
En 1974 se le concedió el Premio Ciudad de Barcelona. Planasdurà està representado en el Museo Paul Klee de Berna, el Nacional de Bellas Artes de Taipei, el MACBA de Barcelona, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el Patio Herreriano de Valladolid y el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, entre otros.
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