Manuel Hernández Mompó nació en Valencia el año 1927 y murió en Madrid, en 1992, fue un pintor valenciano del siglo XX.
Comenzó a frecuentar la Escuela de Artes y Oficios de Valencia a la edad de trece años. Inició sus estudios en 1943 en la Escuela de Bellas Artes de Valencia. En 1948 obtuvo una beca para la Residencia de Pintores de Granada. Su primera exposición individual tuvo lugar en la Galería Mateu de Valencia en el año 1951. En 1954 se trasladó a París, y posteriormente continuó ampliando su formación en la Academia Española de Bellas Artes de Roma y los Países Bajos. Su obra, basada en la interpretación de paisajes y temas urbanos, fue adquiriendo una mayor libertad influida por las corrientes abstractas y el informalismo.
Es una de las más destacadas figuras de la generación abstracta española de la década de 1950. Sin pertenecer a ningún grupo ni adscribirse a ningún estilo, empezó investigando en el ámbito de la figuración, evolucionó hacia la abstracción y acabó encontrando un lenguaje propio.
En 1958 obtuvo una beca de la Fundació Juan March para dedicarse al estudio de las técnicas del mosaico. Al volver a España, se instaló en Madrid, donde vivió desde entonces, alternando estancias entre Ibiza y Mallorca. En la década de 1950 su obra se centró básicamente en la técnica del gouache y al óleo sobre papel, con una temática de escenas de calles y fiestas populares, que, poco a poco, irá sufriendo un proceso de disolución de la forma, que le llevará hacia una pintura abstracta con sugerencias figurativos.
Desde sus años de formación recibió la influencia de la luz, propia de la escuela de pintores valencianos. Esta luz mediterránea queda plasmada en sus lienzos a través del predominio del blanco y colores suaves y luminosos, que alternan con obras en la gama de los grises.
En 1968 fue seleccionado por la Bienal de Venecia, y obtuvo el Premio de la Unesco. En los años 1970 centró sus investigaciones sobre la luz y el color en el metacrilato, para adentrarse, en 1981, en el ámbito de la escultura, realizando unas planchas metálicas dobladas que mantienen la huella del blanco y el gris de sus obras anteriores.
En 1984 obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas y en 1992 el Ministerio de Cultura español le concedió, a título póstumo, la medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes. Realizó un gran número de exposiciones individuales y colectivas y su obra se encuentra representada en numerosos museos: Museo Reina Sofía de Madrid, Museo San Pío V de Valencia, Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla, Museo de Arte Abstracto español de Cuenca, Museo de Arte Moderno de Götemberg, etc.
Aquí podéis consultar las obras del artista que forman parte de la colección.