Jacques Rigaud

Puyloubier (Francia), 1680

Jacques Rigaud nació en Puyloubier (Francia) el 1º de mayo de 1680 y falleció en París el 10 de agosto de 1754. Fue un dibujante y grabador francés.

Probablemente se formó con los pintores que trabajaban en el Arsenal de galeras de Marsella, decorando navíos, y que enseñaban dibujo a sus alumnos y retrataban a los oficiales de las naves. A principios del siglo XVIII, este grupo de artistas era comandado por el pintor Michel Gospard Serra (Tarragona, 1658-Marsella, 1733), miembro de la Real Academia de pintura y escultura, y uno de los pintores más célebres del sur de Francia. Es en este contexto, naval y meridional, que vio la luz la primera obra conocida de Jacques Rigaud, La Vue de la place forte de Toulon en 1707, una vista que refleja el día después del sitio y bombardeo de la ciudad por los ejércitos del príncipe Eugenio de Saboya. Esta obra llevaba una dedicatoria al Intendente del Languedoc, Nicolas Lamoignon, marqués de Basville, en la que Rigaud le mostraba su aspiración a ocupar el puesto de dibujante en el departamento de Fortificaciones y su deseo de ser recomendado al Director General de Fortificaciones, Michel Le Peletier de Souzy. Durante esta etapa realizó muchos grabados a partir de dibujos de vistas urbanas y rurales de su región.

En 1720 se instala en París y abre un establecimiento en la rue Saint-Jacques, como grabador y como editor de estampas. Allí vende sus obras, en particular sus vistas de la situación de la epidemia de peste en Marsella, unos grabados que causan sensación. Dibuja un gran número de vistas de París, de sus monumentos y de los lugares de la realeza que acto seguido graba en su taller. Se trata de vistas de carácter topográfico, en la misma línea de los trabajos de Israël Silvestre.

A partir de 1730 y hasta su muerte, trabajará en la serie Les Maisons royales de France. Es su mejor obra, la que le ha hecho pasar a la posteridad. Es una de las ‘suites’ más famosas del siglo XVIII donde aparecen Versalles, Marly, Fontainebleau, Saint-Cloud…En total, son unas 130 planchas grabadas. Cada dibujo ofrece, en primer plano, una visión alegre y animada de la vida de la corte en los inicios del reinado de Luis XV: calesas, mujeres y hombres elegantes, saltos de agua, arquitectura, bosquecillos, fuentes,…La precisión del trazo en los detalles arquitecturales y el pintoresquismo con el que anima los primeros planos mediante personajes en movimiento, deliciosamente agrupados, hacen pensar en la delicadez de un Watteau, y le muestra en plena posesión de su arte. Estas vistas se quieren lo más exactas y lo más objetivas posibles y deben respetar las leyes matemáticas y de la perspectiva. Esta magna obra quedará inacabada, y será su sobrino, Jean-Baptiste Rigaud, quien la culminará a partir de sus dibujos. El éxito fue tan grande que empezaron a correr copias entre marchantes poco escrupulosos.

Aquí podéis consultar las obras del artista que forman parte de la colección.