Jean-Baptiste Camille Corot

París, 1796

Jean-Baptiste Camille Corot

Jean-Baptiste-Camille Corot  nació y murió en Paris, el 16 de julio de 1796 y el 22 de febrero de 1875, respectivamente. Fue un pintor francés de paisajes, uno de los más ilustres de dicho género, cuya influencia llegó al impresionismo.

De familia acaudalada, Corot recibió una educación burguesa y realizó sus estudios secundarios en Rouen, y tales estudios le marcaron definitivamente. Allí vivía con su amigo Sennegon, lector de Rousseau, de quien adquirió el gusto por la naturaleza. Continuó su formación en Poissy y al concluirla, manifestó su deseo de ser pintor.

Corot ingresó en el estudio de Achille-Etna Michallon,  reputado paisajista, de quien aprendió a «observar con exactitud y ser verdadero al reproducir la naturaleza». Pero su muerte le condujo en 1822 al estudio de Jean-Victor Bertin, otro paisajista que le aportó destreza en los principios de composición clásicos que caracterizan los paisajes sosegados y bien estructurados que pintó en Italia entre 1825 y 1828. Por entonces, Corot mostraba ya la frescura de ejecución y la fidelidad al motivo contemplado y esbozado al aire libre (“plein air”) que lo convertirán en referencia inexcusable de los impresionistas.

En sus años de plenitud, Corot continuó ahondando en la consolidación de su estilo. Para ello será importante su amistad con Constant Dutilleux, un pintor, grabador y editor de Arras al que conoció en 1847 y que le introdujo en el campo del grabado y le enseñó la técnica del cliché-verre, procedimiento que aprovecha para el grabado técnicas fotográficas.

Puesto que los cuadros de Corot parecían esbozos de poca importancia, se pensaba que su frescura era la coartada de una insuficiente destreza y de carencia de recursos técnicos. Las reacciones de la crítica ante Manet y los impresionistas también serán de ese orden. La innovación en ambos casos es que la pintura procede de la experiencia y de los sentidos, no de los arquetipos heredados de la tradición. Corot, en ese sentido, introdujo en Francia la estética de lo fragmentario.

La influencia de Corot fue decisiva en los primeros pasos de Monet, Renoir y Berthe Morisot, así como en toda la obra de Pissarro, aunque no vio con simpatía al impresionismo como grupo, debido a la rebeldía anti-institucional de sus jóvenes colegas. Sin él, quizás no hubiera sido posible el valor espacial y constructivo que, años después, Cézanne le daría a la pincelada impresionista, poniendo con ello el primer peldaño de la historia de la pintura moderna.

De acuerdo con lo que manifestó Monet, la obra de Corot, junto con la de Boudin y Jongkind, está en el origen del impresionismo.

Y es que puede considerarse que Camille Corot es el precedente más claro de los impresionistas, ya que fue el primero que le dio carta de naturaleza a la pintura al aire libre. La revolución impresionista radicaba precisamente en la fidelidad a la sensación óptica obtenida ante la naturaleza en determinadas condiciones de atmosféricas y de luz. Corot fue el primer pintor que expresó esa sensación en sus cuadros.

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