Manuel Millares Sall, más conocido como Manolo Millares, fue un pintor y grabador canario, nacido en Las Palmas de Gran Canaria el 17 de enero de 1926 y fallecido en Madrid el 14 de agosto de 1972.
En 1945 realizó en el Círculo Mercantil de Las Palmas de Gran Canaria su primera exposición individual: una exposición de acuarelas. El Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria es el lugar en el que se presenta su segunda exposición individual en 1947.
Derivado del interés por la cultura canaria aborigen, en 1950 su estilo pictórico muestra diversas tentativas de tipo constructivista y pinturas en las que es clara la influencia aborigen. Millares se convertirá, también 1950, en el principal impulsor del grupo LADAC (Los Arqueros del Arte Contemporáneo), siendo, a la par, director de la colección de monografías de arte. La primera exposición tiene lugar en el Museo Canario, bajo el título Exposición de Arte Contemporáneo. En esta exposición Millares muestra algunas “pinturas guanches”.
La I Bienal Hispanoamericana de Arte, celebrada en Madrid en 1951, supone el encuentro definitivo de la obra de Manolo Millares con la realidad artística contemporánea de aquellas fechas.
Viaja a la península, por primera vez, en 1953, con ocasión del Congreso de Arte Abstracto de Santander.
1957 resulta ser un año crucial en el arte contemporáneo español, para Millares supone el inicio de sus obras, por lo general con título numerado, sobre arpillera y, por otro lado, es el año de creación del Grupo El Paso, en el que la presencia de Millares, desde sus primeros manifiestos, es fundamental.
La producción de Manolo Millares entre 1960 y 1972, utiliza la arpillera como elemento fundamental de la composición. Además de la arpillera realiza dibujos, escenografías, diseño de alfombras, cerámica, grabados y libros ilustrados. Los colores blanco, negro y rojo se convierten en esenciales en su obra.
La arpillera, que en los primeros cuadros de los sesenta permanece en muchos casos en su estado más puro, atraviesa, en la evolución del artista, diversos momentos en los que el lenguaje artístico deviene más torturado, otrora más lírico, en ocasiones gestual, hasta llegar a su momento final, lo que França llamó “la victoria del blanco”, en el que las composiciones alcanzan un grado de depuración hasta esa fecha (años setenta) no vistos en la producción de Millares. Los cuadros de esta última parte de su producción se verían en su última exposición en vida, la celebrada en el Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, entre el 23 de noviembre de 1971 y el 9 de enero de 1972.
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