Marc Chagall

Vitebsk, 1887

Marc Chagall

Marc Chagall (Vítebsk, Imperio Ruso, 7 de julio de 1887 – Saint-Paul-de-Vence, Francia, 28 de marzo de 1985) fue un pintor francés de origen bielorruso, uno de los más importantes artistas del vanguardismo y en su trabajo se encuentran resonancias de fantasías y sueños.

En 1907, Marc Chagall se mudó a San Petersburgo, donde se vinculó a la escuela de la Sociedad de Patrocinadores del Arte y lugar en el que estudió bajo la tutoría de Nikolái Roerich. Entre 1909 y 1911 estudió en la escuela de Elizaveta Zvántseva bajo la tutoría de León Bakst.

Chagall fue un participante activo en la Revolución rusa de 1917, por lo que fue nombrado Comisario de Arte para la región de Vítebsk, donde fundó la Escuela de Arte de Vitebsk en 1919. Sin embargo, debido a la carga burocrática del puesto de director en la Escuela y a las desavenencias con Kazimir Malévich, profesor de la Escuela, se mudó primero a Moscú en 1920 y luego a París en 1923.

Con la ocupación alemana de Francia durante la 2ª Guerra mundial y la deportación de los judíos a los campos de exterminio nazis, Marc Chagall tuvo que abandonar París. Con la ayuda del periodista estadounidense Varian Fry se mudó a Marsella antes de que Fry le ayudara a escapar de Francia. En 1941, Chagall se instaló en Estados Unidos.

Cabe destacar su estancia en Tossa de Mar, donde pasó un par de veranos, en 1933 y 1934.

Marc Chagall se inspiró en las costumbres de la vida en Bielorrusia e interpretó muchos temas bíblicos, reflejando así su herencia judía. En los años 1960 y 1970 se involucró en grandes proyectos destinados en espacios públicos o en importantes edificios civiles y religiosos.

La obra de Chagall está conectada con diferentes corrientes del arte moderno. Formó parte de las vanguardias parisinas que precedieron la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, su obra se queda siempre en los límites de estos movimientos y tendencias emergentes, incluyendo el cubismo y el fovismo. Estuvo muy conectado con la Escuela de París.

En sus obras abundan las referencias a su niñez, aún al precio de evitar las problemáticas experiencias que después vivió. Sus obras comunican la felicidad y el optimismo a aquellos que las observan mediante intensos y vívidos colores. Chagall gustaba de colocarse a sí mismo, a veces junto con su mujer, como observador del mundo, un mundo de colores visto a través de un vitral. Chagall cultivó durante más de ochenta años un arte inspirado en el amor, los recuerdos, las tradiciones rusas y judías, los acontecimientos históricos o los hitos artísticos de los que fue testigo y, en muchas ocasiones, protagonista.

También fue un prolífico y admirado litógrafo.

Aquí podéis consultar las obras del artista que forman parte de la colección.