Max Ernst

Brühl (Alemania), 1891

Max Ernst

Max Ernst nació en Brühl (Alemania) el 2 de abril de 1891 y falleció en París el 1 de abril de 1976. Fue un artista alemán nacionalizado francés considerado figura fundamental tanto en el movimiento dadá como en el surrealismo. A lo largo de su variada carrera artística, Ernst se caracterizó por ser un experimentador infatigable, utilizando una extraordinaria diversidad de técnicas, estilos y materiales. En todas sus obras buscaba los medios ideales para expresar, en dos o tres dimensiones, el mundo extra-dimensional de los sueños y la imaginación.

Ingresó en 1909 en la Universidad de Bonn donde estudió filosofía, historia del arte, literatura y psiquiatría. De esta época datan sus primeras obras, cuya filiación expresionista revela la huella de su amistad con August Macke, miembro de El Jinete Azul. La famosa exposición del Sonderbund de 1912, que se celebró en Colonia, proporcionó a Ernst la ocasión de conocer directamente obras de Cézanne, Van Gogh, Gauguin, Munch y Picasso.

Se alistó en el ejército alemán durante la 1ª Guerra Mundial. Cuando Ernst dejó el ejército ya había surgido en Suiza el movimiento dadá; atraído por la revolución dadaísta contra lo convencional, Ernst se instaló en Colonia y comenzó a trabajar en el collage.

En 1922 se trasladó a vivir a París, donde comenzó a pintar obras surrealistas en las que figuras humanas de gran solemnidad y criaturas fantásticas habitan espacios renacentistas realizados con detallada precisión (L’eléphant célèbes, 1921). En 1925 inventó el frottage (que transfiere al papel o al lienzo la superficie de un objeto con la ayuda de un sombreado a lápiz); más tarde experimentó con el grattage (técnica por la que se raspan o graban los pigmentos ya secos sobre un lienzo o tabla de madera). Ernst fue encarcelado tras la invasión de Francia por los alemanes durante la 2ª Guera Mundial; en la prisión trabajó en la decalcomanía, técnica para transferir al cristal o al metal pinturas realizadas sobre un papel especialmente preparado.

Recurrió luego al collage en tres novelas en imágenes: La Femme 100 têtes (La mujer 100 cabezas, 1929), Rêve d’une petite fille qui voulut entrer au Carmel (Sueño de una niña que quiso entrar en el Carmelo, 1930) y Une semaine de bonté ou les sept éléments capitaux (Una semana de bondad o los siete elementos capitales, 1934).

En 1941, emigró a Estados Unidos con la ayuda de Peggy Guggenheim, que se convertiría en su tercera esposa en 1942. En 1953 regresó a Francia y a partir de entonces sus obras gozaron de una notable revalorización.

Su obra tendría una gran influencia en multitud de artistas.

También fue un prolífico artista gráfico.

 

Aquí podéis consultar las obras del artista que forman parte de la colección.