Pablo Palazuelo de la Peña nació en Madrid el 6 de octubre de 1915 y falleció en Galapagar (Madrid) el 3 de octubre de 2007. Fue un pintor, grabador y escultor español. Palazuelo fue una de las figuras clave del arte español de la segunda mitad del siglo XX.
En 1932 inicia la preparación para el ingreso en la Escuela de Arquitectura de Madrid aunque será finalmente en Londres en 1933 cuando comience a estudiar arquitectura (School Of Arts and Crafts de la Universidad de Oxford). A partir de 1939 se dedica solamente a la pintura.
En 1945 concurre con un retrato a la Exposición Nacional de Bellas Artes y participa en la primera exposición de la llamada Escuela de Madrid, organizada por la Galería Buchholz. Comienza a realizar sus primeros dibujos abstractos en 1947. En 1948 el Instituto Francés le ofrece una beca para estudiar en Francia, allí residirá hasta 1963.
Ese mismo año expone en la Galería Denise René de París, lo que va a suponer un gran empuje a la difusión de su obra. En 1949 comienza su relación con la Galería Maeght, entrando en la nómina de esta prestigiosa galería, donde expondrá de manera continuada hasta los años 80. Ese mismo año expone en el Museo de Toronto.
1955 destaca en su biografía como el año en que celebra su primera exposición individual en la Galería Maeght y es invitado a participar en el Certamen Carnegie de Pittsburg (Estados Unidos). Colabora con diversos números de la revista de artes Derrière le Miroir.
En 1961 retoma la escultura y en 1974 se instala en Monroy, en un castillo, cerca de Cáceres. En los siguientes años sus exposiciones se van haciendo más habituales en España y París (Galería Maeght) y finalmente en 1981 se presenta la monografía sobre su obra editada por Maeght, realizada en colaboración con Claude Esteban.
En el panorama artístico español de la segunda mitad del siglo XX, Pablo Palazuelo defiende y practica un arte analítico y por ello representa la voluntad de explorar lo material y simbólico del universo a través del lenguaje geométrico. La síntesis entre construcción y misticismo marca todo su trabajo de manera muy significativa.
Palazuelo retoma un lema del artista Jannis Kounellis: el oficio del artista es ver y la pintura es sólo una técnica. Por ello, su visión de la naturaleza rompe con la mirada tradicional sobre el paisaje y descarta la visión horizontal (empírica) en favor de una vertical y aérea (abstracta), basada en el número, la línea y la energía. Esta actitud se pone de manifiesto en su obra a partir de la segunda mitad de los años cincuenta, al formular su principio constructivo y estético de la “transgeometría”, en la que confluyen geometría y emoción y con la que traduce los ritmos de la materia que forma el universo. La idea de ritmo es fundamental en su trabajo, de ahí deriva su consideración de la obra como proceso, al permitir la capacidad de ordenar y transformar. Así, las obras son y se manifiestan en el desarrollo y crecimiento orgánico de sus estructuras formales, que se expanden rítmicamente en el lienzo, en el papel o en el espacio como esculturas.
Aquí podéis consultar las obras del artista que forman parte de la colección.