Raphaël Sadeler, o Rafael I Sadeler, nació en Amberes en 1560 o 1561 y murió en una fecha no determinada entre 1628 y 1632. Fue un grabador flamenco, miembro de la saga de grabadores de la familia Sadeler.
La familia Sadeler fue la más amplia, y probablemente la más exitosa, de las dinastías de grabadores flamencos que dominaron la impresión de grabados en el Norte de Europa a finales del siglo XVI y todo el siglo XVIII, y fueron a la vez artistas y editores. Como sucede también en otras dinastías, como los Wierix o los Van de Passe, el estilo de los miembros de la familia Sadeler es bastante similar, y es difícil distinguirlos cuando no hay firma o fecha o una evidencia de localización. Sabemos que, cuando menos, diez Sadeler trabajaron como grabadores, en los Países Bajos (entonces bajo dominación española), en Alemania, Italia, Bohemia y Austria.
Muchos de sus mejores trabajos fueron grabados de alta calidad de reproducción de artistas de la época como Bartholomeus Spranger o de la familia veneciana de los Bassano, y contribuyeron enormemente a acrecentar la reputación de estos artistas.
Los Sadeler descendían de grabadores de armaduras de Aalst. Jan de Saeyelleer o Sadeleer tuvo tres hijos: Jan I (Bruselas, 1550-Bruselas o Venecia, 1600), Aegidius I (Bruselas, c. 1555-Frankfurt, c. 1609) y Rafael I (Amberes, 1560/61-1628 o 1632).
Rafael I Sadeler fue el padre de Rafael II (Amberes, 1584-Amberes, 1627 o 1632), de Jan II (c. 1588-1665 o más tarde) y de Philipp (c. 1600, y activo hasta 1650).
Jan estaba en Amberes en 1572, que era entonces el centro mundial del grabado, puesto que había una gran capacidad de producción y una excelente distribución a todos los puntos de Europa. Es en esa época en que empezaron a trabajar juntos Jan I y Rafael I, y ambos se trasladaron a Colonia en 1579, aunque continuaron visitando Amberes. Los disturbios concomitantes a la Revolución Holandesa hicieron que muchos artistas de Amberes se dispersaran por el Norte de Europa y, así, por ejemplo, tras el sitio de esta Ciudad en 1585, Jan y Rafael Sadeler se fueron a trabajar a diversas ciudades alemanas como Mainz, Frankfurt, o Múnich, donde permanecieron una larga temporada, hasta que emprendieron su viaje a Italia en 1593. Se asentaron en Verona y Venecia, donde incluso llegaron a abrir una tienda-taller.
En 1604, Rafael regresó a Múnich, donde permanecería la mayor parte del tiempo hasta el final de sus días, y donde su último registro del que tenemos constancia en esa Ciudad es de 1622.
Aquí podéis consultar las obras del artista que forman parte de la colección.