Serge Poliakoff

Moscú (Rusia), 1900

Serge Poliakoff

Serge Poliakoff nació en Moscú el 8 de enero de 1900 y falleció en París en 1969. Fue un  pintor y grabador abstracto ruso nacionalizado francés.

Debido a la posición acomodada de su familia, alternó con la aristocracia rusa en casa de una de sus hermanas en San Petersburgo y frecuentó también los salones literarios que se celebraban en casa de otra de sus hermanas. Desde muy temprana edad conoció la literatura, el canto y la música. La revolución de 1917 obligó a Poliakoff a abandonar  Rusia y a acompañar a su tía, una famosa cantante, por toda Europa, tocando la guitarra para ganarse la vida.

En 1923, se instaló en París, y en 1929, comenzó a pintar. Todos los cuadros de esa etapa de su vida están hoy desaparecidos. De 1935 a 1937,  permaneció en Londres donde siguió los cursos de la Slade School of Art, y conoció los sarcófagos egipcios, lo que le impresionó hondamente. Volvió a París, donde alternó con artistas que influyeron en su obra posterior: conoció a Kandinsky, y también mantuvo contacto con Robert y Sonia Delaunay y con Otto Freundlich.

En 1945, expuso sus pinturas abstractas realizadas entre 1942 y ese mismo año. En 1946, participó en el Salón de Mayo y en el Salón de los Independientes. Y hacia 1952  abandonó su trabajo como músico en un cabaret gracias a un contrato con la galería Bing.

A partir de 1958, sus exposiciones se sucedieron en museos extranjeros y en exposiciones internacionales. En 1962, se le dedicó una sala completa en la Bienal de Venecia y en 1970, un año después de su muerte, el Museo Nacional de Arte Moderno de París organizó una importante exposición retrospectiva de su obra.

Para la crítica especializada, la pintura de Poliakoff impone el silencio y refleja una meditación profunda que suscita recogimiento. Es un silencio que el autor se impone a sí mismo y quiere compartir con los espectadores. Desde sus primeras composiciones abstractas de 1938 hasta su muerte, se aprecia en el artista una constante preocupación por solucionar el problema de la relación bidimensional entre pintura y volumen.

En 1945 Poliakoff se decidió definitivamente por la abstracción y  alternará violentos contrastes en sus lienzos, aplicando al soporte tonos sordos o vivos, provocando asimetrías mediante recortes angulares o circulares. Los estratos darán vibración a la materia, produciendo la rara impresión de que la luz emana del cuadro. De esta forma su obra quedará vinculada indisolublemente a los años 50, su época de mayor brillo y creatividad. Poliakoff también trabajó la cerámica en la Manufactura Nacional de Sèvres.

Aquí podéis consultar las obras del artista que forman parte de la colección.