Bernard Picart nació en París en 1673, era hijo de Etienne Picart, apodado “el Romano”. Comenzó su formación al lado de su padre, y después la prosiguió con Benoît Audran y con Sébastien Leclerc, dos grandes grabadores de finales del siglo XVII en París.
Tuvo una vida viajera. En 1696 se fue a vivir y a trabajar a Amberes, estuvo un corto espacio de tiempo en La Haya, fue probablemente a Londres, y volvió a París antes de instalarse definitivamente en Ámsterdam en 1711. En esta Ciudad murió el 1733, lo que explica que el Rijksmuseum conserve los fondos de su estudio.
Las razones de este exilio holandés fueron tanto religiosas como económicas. Por el lado religioso, porque Picart, que primero fue atraído por el pensamiento jansenista, y acabó convirtiéndose al protestantismo hacia el año 1708. Una estampa que se encontró en su estudio representaba la alegoría de la Iglesia reformada de Francia acogida por las Provincias Unidas (los Países Bajos). Podemos observar, sobre sus rodillas, al edicto de Nantes, que había sido revocado en 1685, y a un grupo de refugiados que buscan asilo, entre los que puede apreciarse un joven que carga con su padre, una alusión mitológica a Eneas y a Anquises huyendo de Troya.
Pero también se instaló en Ámsterdam por motivos económicos, pues había diversos editores interesados en su obra. En este sentido podemos citar las ilustraciones que hizo para la Biblia de Mortier. Su método de trabajo consistía en hacer un dibujo a la sanguina, que después detallaba a tinta sobre otra hoja, donde marcaba las instrucciones para el grabador. Y también destacó por inspirarse para sus grabados en pinturas o dibujos de grandes maestros, como, por ejemplo, el “San Pablo en Éfeso” de Eustache Le Sueur.
Otra obra destacada son las ilustraciones para las “Cérémonies et coutumes religieuses de tous les peuples du monde”. Esta obra describía los ritos y costumbres de los judíos y de los católicos (tomo publicado en 1723), los de los ‘pueblos idolátricos’ de las Indias orientales y occidentales (1728), los de los ortodoxos de rito griego y de los protestantes (1733) y los de los anabaptistas y de los mahometanos (1736).
Mostrando el rechazo calvinista hacia las manifestaciones exteriores de cualquier confesión religiosa, esta obra difundía, en realidad, un claro discurso antipapista.
Otra serie muestra todavía de forma más clara su talento como inventor y dibujante. Se trata de la serie realizada para la Biblia de Pieter de Hondt, que le fue encargada en 1711. Hizo setenta composiciones originales y nueve a partir de pintores italianos o franceses. De estas composiciones, Picart hizo el dibujo, y los grabados fueron realizados por Henri Simon Thomassin y por Nicolas Pigné, alumnos suyos.
Aunque básicamente hizo series, también realizó dibujos singulares, especialmente frontispicios de obras, en los que dejaba volar su imaginación.
Tampoco paró de copiar a los grandes maestros como, por ejemplo, Pietro Testa, Lorenzo Sabatini, Rafael, Poussin o Rembrandt.
También destacó como profesor en una escuela de dibujo fundada por é mismo en 1719 y que fue el origen de la Real Academia de Ámsterdam.
Bernard Picart, un grabador de París a Ámsterdam.
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