Buscadores de arte

Normalmente están en la sombra, y están habituados a conducir a los demás hacia la luz. Comisarios de exposición como se les denominaba antes o curadores como prefieren ser nombrados ahora, acompañan a los artistas desde sus balbucientes ideas hasta el vernissage; les dan apoyo en sus cuestionamientos y les empujan cuando se enfrentan a las dificultades de producción. A menudo su presencia es discreta, desconocida para el gran público.

A pesar de esta discreción, el papel de los curadores es cada vez más preminente e importante en el mundo del arte, en el mundo de las galerías y en el mundo de los museos. Porque, a mi entender, es cada vez más evidente que es preciso que se establezcan sinergias entre los diferentes actores que encontramos hoy en el mundo del arte.

Para que el arte contemporáneo funcione, se necesita un biotipo, un biotipo formado por curadores, coleccionistas, instituciones y galerías. Ninguno de ellos tiene interés en ignorar a los demás. Las galerías son, en todo el mundo, las estructuras que organizan un mayor número de exposiciones, las galerías son espacios de experiencias y de investigación. Pues entonces, seamos prácticos, intentemos establecer buenas sinergias entre los galeristas y los coleccionistas, entre los galeristas y las instituciones…Probémoslo todo, porque cualquier combinación posible debe ser tenida en cuenta y debe ser posible, respetando eso sí el rol de cada cual.

Para establecer estas sinergias, el diálogo público-privado, que debería buscar las fórmulas más innovadoras, debe permitir la apertura de todos los actores a otros horizontes. Para descubrir nuevos talentos…Porque no hay mejor filtro que los jóvenes curadores quienes, entre bienales y talleres, pasan su tiempo albirando los creadores jóvenes y a presentarlos, aun contando con medios limitados, al gran público. Por ello me parece esencial mostrar la importancia de los curadores, de estos compañeros de los artistas que son más bien unos ‘conversadores’ o unos ‘cuidadores’ que unos conservadores. Porque frente a esta enorme máquina que es el mercado del arte, debemos recordar que los artistas no son sólo unos productores de objetos, sino que pueden llegar a ser, de una manera u otra, unos compañeros de nuestras vidas.

Por su parte, los galeristas deben ser cada vez más abiertos y deben dar a conocer la realidad de su oficio a públicos nuevos. Y deben también hacerlo para contrarestar la acción cada vez más visible de sus competidores directos, las casas de subastas. Desde este punto de vista parece interesante, teniendo en cuenta los lazos cada vez más claros entre las instituciones y las galerías, que intenten nuevos partenariados, que diseñen y pongan en marcha proyectos comunes.

Me parece asimismo que convendría crear algunos acontecimientos en los que galeristas, marchantes y curadores pudiesen colaborar con artistas plásticos, para así explorar la infinidad de propuestas posibles y para acercar las diferentes profesiones y oficios, alejándose de los focos monopolísticos que algunos artistas parecen detentar.

Si es cierto que en los años 80 no era ni habitual ni bien visto que un conservador de museo frecuentase una galería, hoy en día, afortunadamente, las mentalidades han evolucionado y todos los involucrados intentan concretizar las posibles interacciones que pudiesen establecerse.

Para reforzar estas interacciones, será preciso que todos los actores participen en el juego, y que intenten nuevas experiencias que no sean sólo comerciales. Debemos encontrar propuestas que sean diferentes y nuevas, y que permitan nuevas visiones y nuevos puntos de vista respecto de la obra de los artistas.

En esta línea, considero que sería conveniente lanzar y animar una reflexión sobre el rol de las galerías, respecto de su papel en el mercado y fuera del mercado. Las galerías son, y deben continuar siendo, espacios de debate y de diálogo donde cada uno toma su tiempo, el tiempo para mirar una obra, el tiempo para descubrir lo que se desconoce. Las galerías son de los escasos espacios culturales en los que el acceso es libre y gratuito. Y, si se constata una desafección del público, será necesario trabajar con mucha imaginación para atraer a otros públicos, porque esa desafección es mala para el debate y para la mirada respecto del arte. Es pues muy importante que se favorezca y que se haga saber lo que hacen los galeristas.

Porque el verdadero trabajo de un galerista consiste en mostrar el arte, en mostrar la obra de un artista. Por ello, las galerías han sido siempre un lugar de prescriptores, unos espacios de pasión y de experimentación…Y deben seguir siéndolo por el bien de la innovación, de la historia y del arte, pero con imaginación e ingenio.

Curadores y galeristas son unos buscadores de arte. ¡Búsquemos juntos!

 

Sin comentarios

Comentar

Tu dirección de correo no sera publicada.
Los campos obligatorios estan marcados con:


Puedes utilizar estas etiquetas HTML y atributos: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>