Si en un reciente artículo (ver blog del 27 de junio de 2014) presentábamos el Top-10 de los precios obtenidos en subastas de grabados, hoy nos referiremos a cual ha sido el comportamiento del sector de los grabados en el mercado del arte durante el año 2013, y concretamente a lo que ha sucedido en el terreno de las subastas.
El mercado mundial de subastas de arte durante el año 2013, según la agencia Artprice, ha alcanzado la respetable cifra de 12.005 millones de dólares, lo que representa el récord absoluto en la historia de las subastas, y con un incremento del 13% respecto del duro 2012 y del 2,3% respecto de 2011. De todos modos, es preciso constatar que nos hallamos ante un duopolio China-Estados Unidos quienes controlan el 70% del mercado del arte en lo que se refiere a volumen de negocio y que además lo hacen en forma similar (China registró unos resultados de 4.100 millones de dólares y los Estados Unidos superan los 4.000 millones). El tercio restante está integrado por el resto de países de todo el mundo (el Reino Unido tercero, con 2.100 millones, Francia, 549, Alemania 207, Suiza 159 e Italia 110 millones de dólares respectivamente). El resto de países, incluída España, presentan cifras no significativas.
Ahora bien, este crecimiento del volumen de negocio se basa en un número muy reducido de firmas, las firmas de unos artistas que ven como el precio de sus obras aumenta sin parar. De manera, que la mitad de los ingresos de 2013 corresponden sólo a cien artistas…La especulación está asegurada, y debemos preguntarnos si no estamos ante una burbuja artística alimentada por coleccionistas y museos emergentes.
¿Y si se miran estos resultados en relación a las diferentes disciplinas artísticas? Si bien el índice mundial de precios del arte presenta un incremento del 80% en los últimos diez años, un análisis más detallado muestra que todas las disciplinas se han beneficiado de este incremento pero en escalas diferentes: los precios de la fotografía han subido un 25% en este período, un 27% los de la pintura, un 28% los de la escultura, un 38% en el caso de los grabados…y un 185% en el sector de los dibujos, un aumento espectacular que se explica en gran parte por el tradicional interés que el dibujo ha despertado siempre en China.
Ahora bien, volvamos a los datos: el grabado es el segundo sector que más sube. La subida de los precios de las obras únicas (básicamente pintura) tiene un efecto palanca significativo en el caso de los grabados, que representan una cuota parecida a la de hace 10 años en términos de lotes vendidos (aunque se venden el doble), pero con unos ingresos anuales que son 3 o 4 veces más elevados que a principios del decenio. El mercado del grabado fue de unos 260 millones de dólares en 2013 y se trató de una cifra histórica, de récord (y el de la fotografía, de 153 millones, ¡atención pues programadores y gestores de establecimientos y entidades artísticas españolas, no os confundáis!). Matisse, Rembrandt, Toulouse-Lautrec, Hokusai o Kirchner son los nombres más codiciados en este ámbito, aunque el cuarteto que se impuso en 2013 estaba integrado por Andy Warhol, Pablo Picasso, Edvard Munch y Odilon Redon que son de hecho los únicos grabadores que han llegado a cotizaciones millonarias este último año.
El criterio de rareza del grabado se revela como algo fundamental para el establecimiento de un precio elevado, tanto si se trata de una serie de pruebas realizadas como tales por el artista como si se trata de una prueba solitaria considerada como única. En lo que se refiere a las épocas, tal vez convenga destacar que los artistas vivos representan un 15% del mercado de los grabados a escala mundial, y en lo que se refiere a los precios es bueno recordar que el 80% de las obras se pueden adquirir por menos de 5.000$ y que de esta cifra, el 38% tienen un precio inferior a los 1.000 dólares.
El objetivo de este artículo es animar a los amantes del arte a que se interesen por los grabados, porque incluso desde el punto de vista meramente económico es la mejor de las inversiones, eso sí tras los dibujos. Y desde el punto de vista estético, cada cual debe encontrar y saber buscar sus emociones. Amemos los grabados, pues, por convicción y por razón.
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