Pasión por el libro de artista

Pasión por el libro de artista

Los libros de artista son esos libros que maridan textos de poetas o de escritores con unas ilustraciones y que son publicados porque un editor ilustrado ha creado la posibilidad de establecer un encuentro entre el artista y el escritor y ha sabido hacer llegar a buen puerto la obra y su realización técnica.

Uno de los grandes promotores de libros de artista ha sido, a lo largo del siglo XX, Tériade, cuyo nombre era Stratis Eleftheriadis, nacido en la isla de Lesbos (en Grecia) en 1897 y fallecido en París en 1893. Llegado a París en 1915, no fue hasta 1937 en que decidió embarcarse en solitario en la aventura de la edición de arte tras haber trabajado al lado de editores como Zervos o Skira, y de haber sido un importante crítico de arte.

A partir de entonces, se consagró al libro de artista, a estimular el cruce creativo entre los poetas y los escritores y los pintores y los grabadores que conocía. Fue responsable de la edición de 26 números, de los cuales 15 fueron dobles, de la revista de arte Verve, “la revista más bella del mundo”, y de la creación de 27 libros de artista, que fueron el resultado del cruce, encuentro o asociación de textos literarios o de poesía con las creaciones de artistas plásticos.

Realizó entre 1943 y 1975 obras célebres, cada una concebida por un artista: ilustración, caligrafía o tipografía, ornamentaciones, cintas, letras iniciales, viñetas finales de capítulo y a veces textos para llegar a ser una obra de arte. Retomando la tradición de los manuscritos iluminados de la Edad media, el artista quedaba asociado a la obra desde su concepción hasta su realización.

Laurens, Chagall, Matisse, Picasso, Léger, Giacometti, Miró, Gromaire, Beaudin, Bonnard, Rouault, Le Corbusier y Villon encontraron en ello un modo de florecimiento a la altura de su expresión. De entre la producción de estos artistas, dos obras alteraron, de un modo particular, la situación del libro de artista moderno: Le Chant des morts de Pierre Reverdy en el que Picasso estructuró el texto caligrafiado mediante un grafismo rojo, y Jazz, la primera obra completa que Matisse concibió utilizando papeles gouachés y recortados, con formas directamente cortadas sobre el color, acompañados de reflexiones manuscritas caligrafiadas con la ayuda de una caña cargada de tinta china.

Los libros publicados durante treinta años por Tériade supusieron nuevas invenciones en el campo de la edición. Así, Divertissement de Rouault y Correspondances de Bonnard inauguraron, en 1943, un estilo de libro completamente caligrafiado por un solo pintor. Por su parte, el célebre Poème de l’angle droit de Le Corbusier fue dibujado, pintado y escrito como un poema filosófico arquitectural. El último de los libros publicados fue L’Enfance d’Ubu, una pura invención de Joan Miró.

Tériade dejaba al artista crear con toda libertad, les incentivaba a crear formas nuevas, desde formas gigantescas como fue el caso de Ubu aux Baléares de Miró y La Ville de Léger, pasando por concepciones completamente nuevas como la ilustración de Charles d’Orléans para Matisse, manuscrito e iluminado con un lápiz de color.

Antes de la segunda guerra mundial, las obras de arte se publicaban en blanco y negro. En tanto que innovador, Tériade fue uno de los propagadores del color contribuyendo de este modo, con la colaboración del litógrafo Mourlot, al perfeccionamiento y al uso de la litografía, una técnica que permite representar fielmente el trazo, el gesto, el color y los valores. Pero también supo, cuando una obra requería otra técnica, utilizar el grabado en madera o, tras muchas dificultades, emplear el pochoir para el Jazz de Matisse.

Los cuatro escritores griegos que el editor propuso para que fueran ilustrados fueron Longus, Teócrito, Luciano de Samosata y Hesíodo. No cesó en su empeño de buscar un ideal de equilibrio y de belleza asociando escritores antiguos con artistas contemporáneos, haciendo que de este modo se reencontraran la tradición griega y el arte moderno occidental. La novela bucólica de Longus, Dafnis y Cloe, se desarrolla en Grecia a donde Tériade envió a Chagall en 1954 con la finalidad de alimentar la ilustración mediante la impregnación de la luz. De ello resultó un libro publicado en 1961, ilustrado con 42 litografías en colores vistosos y que desarrollan el tema de la naturaleza griega y del amor. Por su lado, Giacometti hizo, en los dibujos de Paris Sans Fin, su última deambulación en el París del artista deshecho ya por la enfermedad.

Tériade se atrajo la amistad de los mejores artistas y obtuvo de ellos un compromiso total para intentar el acuerdo entre el texto y la ilustración. ¡Cuánta belleza! ¡Cuántas maravillas! He aquí la pasión por el libro de artista.

Un comentario

  • Artpironti16 Jul, 2016 a las 10:36 pm
    Muy interesante la entrada, así como toda la información que facilitáis en vuestra web y blog sobre la colección y sobre otros temas conexos. Apostar por el arte hoy en día es todo un reto. Gracias y un saludo desde Barcelona. arpironti.com

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