La serie «Las grandes miserias de la guerra» de Jacques Callot está compuesta por 18 grabados. A pesar del gran tema de la serie, las imágenes son de sólo 8,3 x 18 cm cada una. La serie, publicada en 1633, es la obra más conocida de Callot y se ha definido como la primera «declaración antibelicista» y realista en el arte europeo.
Representa la destrucción desatada sobre civiles durante la Guerra de los Treinta Años. En la série, no se representa ninguna campaña específica, sin embargo, el conjunto recuerda inevitablemente las acciones del ejército que el cardenal Richelieu envió en 1633 a ocupar Lorena, región natal de Callot, antes de la anexión a Francia.
Callot vivía en la capital, Nancy, en el momento, aunque se publicaron las impresiones, como la mayor parte de su obra, en París, con la licencia real necesaria. Existen aún las placas grabadas, en el museo de Nancy, al igual que los siete dibujos de composiciones enteras, y muchos estudios pequeños para las figuras, en un gran grupo en el Museo Hermitage.
La serie se compone por diferentes escenas:
De la lámina 4 a la 8 se muestran los soldados atacando sucesivamente una granja, un convento, un coche de caballos, y la quema de una aldea. De la lámina 9 a la 14, donde encontramos esta obra, vemos como los soldados someten a diversos métodos de tortura y ejecución pública a la población civil. La lámina 15 muestra soldados lisiados en un gran hospital, de estilo neoclásico, la lámina 16 representa a los soldados desocupados, muriendo en la calle, y la lámina 17 a los agricultores que quieren vengarse de un grupo que han capturado, matándolos con látigos. Finalmente la lámina 18 muestra un rey entronizado distribuyendo las recompensas a los generales victoriosos.
Todas las láminas muestran amplias vistas panorámicas, con muchas figuras diminutas, como es típico de la obra de Callot y cada impresión tiene un verso epígrafe de seis líneas bajo la imagen, escrito por el famoso coleccionista Michel de Marolles.
En este caso encontramos la siguiente inscripción:
“Ces ennemies du Ciel qui pechent mil fois. Contre les faincts Decrets et les divines Loix. Font gloire mechanmment de piller et dábattre. Les Temples du vray Dieu d’une main idolatre; Mais pour punition de les avui brulez Ils font eux mefines enfin aux flames immolez.”
A nivel técnico, Callot, fue también innovador. Utilizaba un método que le permitía hacer gradaciones en la fuerza de la línea, gracias al uso de un nuevo barniz. Este barniz, más fiable que la tradicional capa de cera, permitía someter las planchas de cobre a más baños de ácido sin temor a que se produjeran accidentes que dañasen el trabajo. De esta manera el proceso del grabado al aguafuerte pudo abordarse en más pasos intermedios, con mayor riqueza de detalles, igualándose a otras técnicas gráficas anteriores como la punta seca y el buril.
Callot combinó las técnicas sofisticadas del maniersimo italiano tardío y el estilo de los autores flamencos como Jean y Adriaen Collaert y Jan Sadeler, transformándolos en un lenguaje brillante y expresivo, conjugando a la vez tradición naturalista y popular del norte de Europa con los sentidos de claridad y organización de los maestros italianos. Fue uno de los representantes, en Francia, del gusto estrafalario y grotesco que estuvo de moda durante el reinado de Luis XIII.
Se especializó en mendigos y en gente con deformaciones y personajes de las novelas picarescas de la comedia dell’ arte italiana. Su estilo resultaba más realista que el de sus contemporáneos, tanto que podríamos decir que, su obra gráfica supone un fresco y una crónica del período en que vivió. Cabe destacar que sus planchas de mendigos fueron recreadas más adelante por Rembrandt, Jan van Vliet y Pieter Quast.
«Las grandes miserias de la guerra» fue su última gran obra. Lo más innovador de esta serie es sin duda la posición en la que Callot se sitúa para representar los hechos. Callot, no sólo, rechazó el encargo que le había hecho el rey, de realizar una serie de grabados sobre el sitio de La Rochelle, sino que recogió sus propias impresiones sobre los acontecimientos transcurridos en esta serie de dieciocho aguafuertes, en los que se representa un pueblo arruinado y desesperado ante el acoso de las tropas de Richelieu. Por primera vez en la historia del arte, la guerra es representada desde el punto de visto de las víctimas y despojada de su aparato glorioso y simbólico. Es por eso que podemos decir que, los temas y la imaginería de esta serie representaron una fuente de inspiración para los Desastres de la Guerra de Francisco de Goya, quien, probablemente, poseía un conjunto de grabados de Callot.
Autor: Jacques Callot
Título: Las Grandes Miserias de la guerra. La hoguera
Época: Siglo XVII
Estilo: Realismo (siglo XVII)
Técnica: Aguafuerte
Dimensiones: 8,3 x 18 cm.
Número de serie: s/n
Número de registro: GE-219
Jacques Callot nació en Nancy el 1592 y murió en la misma ciudad en 1635, fue un dibujante y grabador barroco del Ducado de Lorena, región entonces independiente y luego anexionada a Francia. Es una de las figuras importantes en la historia del grabado.
Realizó más de 1.400 planchas que suponen un fresco y una crónica del periodo que vivió. Representó a soldados, payasos, gitanos, mendigos, así como vida de la corte. También grabó al aguafuerte muchas imágenes religiosas y militares, y muchas impresiones incluyen paisajes en su fondo. Han sobrevivido 2.000 dibujos y estudios preparatorios para sus estampaciones, pero no se conoce ninguna pintura de su autoría y probablemente nunca ejerció como pintor.
Su padre era el maestro de ceremonias en la corte del Duque de Lorena. A los quince años entró de aprendiz en el taller de un orfebre. Se trasladó a Roma, donde el francés Philippe Thomassin le enseñó la técnica del grabado. Probablemente aprendió la técnica del aguafuerte con Antonio Tempesta en Florencia, donde vivió de 1612 a 1621. Trabajó para Cosme II de Médicis; cuando éste...
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